Es una "situación muy preocupante", en palabras de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, por la incidencia de las nuevas variantes del SARS-CoV 2 y el aumento de casos en la tercera oleada en muchos países.

Por el momento no se van a cerrar las fronteras en Europa, pero desaconseja aquellos viajes que no tengan una justificación y no sean esenciales dentro de cada uno de los países miembros y a través de las fronteras.

Francia, además, exigirá una prueba PCR negativa realizada en un máximo de 72 horas previas al desplazamiento a los viajeros europeos que quieran entrar en el país desde el domingo, 24 de enero.