El rebrote en el mercado de la capital china llevaba al país a decretar nuevas medidas restrictivas para controlar los contagios y evitar convertirse en una nueva zona 0 del virus.

China ha realizado un test masivo a la población, cerraba colegios y restringía las salidas de Pekín con 1.200 vuelos cancelados.

Se mantiene la orden de confinamiento en una treintena de complejos residenciales, de los que no se puede entrar ni salir y continúa el trabajo de rastreo de los ciudadanos que visitaron el mercado, foco del brote.