"Es una reacción normal de una persona tras varias semanas sin salir de casa", resta importancia el doctor a la falta de seguridad para ir a la calle con la relajación de las restricciones.

"No podemos esperar un tratamiento para algo así", destaca Fuertes, que ve normal que se esté dando este comportamiento por la situación de alerta y el cambio de costumbres.

Esta reacción puede llevar a un problema si se utiliza como excusa para no acudir al trabajo, pero también es algo que puede ocurrir por el miedo al virus y al contagio al estar en contacto con otras personas.