Con una coreografía compleja, manteniendo la respiración y el ritmo al que Chenoa nos tiene acostumbrados, Anabel puso todo su potencial sobre el escenario.

La cómica recibió el encargo del pulsador tras robarle Soraya a Maritrini y desde el primer momento ha buscado con los profesores la forma de lograr el

12 con su imitación.

Finalmente no ha rozado la victoria, pero ha disfrutado de la actuación y el público se ha contagiado de la alegría de Anabel, que siempre trabaja duro para dar lo mejor de sí.