Juan sospecha que su suplantador es Zanetti, el ex ladrón reconvertido a empresario de seguridad, y le vigila con la esperanza de atraparlo. Lola, que todavía le sigue queriendo, le ayuda junto a la banda. Pero el verdadero suplantador da otro golpe. El otro Gato resulta ser… Antonio, uno de los integrantes del restaurante.

Gabriel intenta averiguar más acercándose a la hija de Juan a través de su hijo Carlos. Fiscal y ladrón se enfrentan con las cartas encima de la mesa.

A Paula le cuesta aceptar la enfermedad del tío Román y Luisa le hace entender cómo debe tratarlo.