Después de que Andrés intentase advertir a Begoña del lado oscuro de Gabriel, ella toma la decisión de adelantar la boda para evitar más problemas.

En una ceremonia muy íntima y casi sin invitado, tan solo con Julia, Tasio y Luz como testigos, la pareja está lista para darse el sí quiero en la ermita.

Sin embargo, Luis no puede evitar contarle a Andrés lo que está a punto de suceder, y el de la Reina no se lo piensa dos veces: arranca el coche y corre a toda prisa para evitar que se casen.

Pero no consigue llegar a tiempo, y no le queda otro remedio que ver cómo la mujer que ama se convierte en la mujer de su primo, sin saber todas las mentiras y secretos que oculta.